¿Por qué vapean las personas? La encuesta de Ernst & Young indica que el 49% de los usuarios busca reducir el consumo de tabaco, sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea preocupaciones sobre la falta de informes sobre los efectos a largo plazo.
La ascendente popularidad de los vapeadores, también conocidos como cigarrillos electrónicos, ha sido notoria, especialmente entre los jóvenes. Su crecimiento exponencial en el mercado ha suscitado preocupaciones de salud pública, especialmente por el alto índice de nicotina que algunos usuarios presentan, según revela la cardióloga Jacqueline Scholz del Instituto del Corazón de Sao Paulo.
El aumento del uso de estos dispositivos se debe, en parte, a la percepción de ser menos dañinos que los cigarrillos tradicionales. Aunque la encuesta de Ernst & Young indica que el 49% de los usuarios busca reducir el consumo de tabaco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea preocupaciones sobre la falta de informes sobre los efectos a largo plazo y la persistente adicción a la nicotina, que podría acarrear consecuencias posteriores para la salud.
En Colombia, a pesar de la ausencia de regulaciones específicas, un proyecto de ley en el Congreso busca controlar la venta de estos dispositivos a menores de edad y establecer advertencias sobre su potencial adictivo. Mientras tanto, algunos colegios han optado por políticas internas para prohibir y controlar el uso de vapeadores entre sus estudiantes, Además, según reportó la empresa de investigación de mercado Euromonitor Internacional, el mercado de los vaporizadores, vapeadores o cigarrillos electrónicos, movió en el país $4.100 millones en 2013, cifra que para el 2018 aumentó en 194,5%, cuando alcanzó en facturación $12.000 millones.
La industria de la seguridad electrónica ha propuesto alternativas tecnológicas para combatir este problema. Según Sebastian Carreño de Hikvision Colombia, soluciones como «Campus seguro» integran sistemas de monitoreo que detectan el vapeo en áreas críticas de los colegios, utilizando cámaras, sensores de humo y reconocimiento facial para alertar a los directivos en tiempo real.
La OMS respalda las políticas libres de nicotina y tabaco como una forma efectiva de prevenir que los jóvenes se inicien en el hábito de fumar. Subraya la importancia de hacer que los espacios públicos estén libres de humo para cumplir con los estándares del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.
Con el 90% de los fumadores empezando antes de los 18 años, existe una urgente necesidad de regulaciones y acciones más enérgicas por parte de organizaciones mundiales, gobiernos e instituciones educativas para mitigar los riesgos potenciales a largo plazo asociados con el uso de cigarrillos tradicionales y electrónicos en los jóvenes. Estas medidas son cruciales para salvaguardar la salud pública y prevenir futuros problemas relacionados con el consumo de tabaco en la juventud.
