Jimena Llopis, directora del Máster Universitario en Inteligencia Artificial de la Universidad Internacional de Valencia, opina sobre las posibilidades de la IA en la ciencia.
La inteligencia artificial siempre estuvo entre nosotros, solo que ha aumentado su presencia en los últimos años. Según el informe de la Organización de Investigación Científica del Commonwealth (CSIRO), durante los últimos 23 años ha habido un aumento en la adopción de las IA en campos investigativos de las ciencias físicas, naturales y sociales. Este Informe analiza las tendencias editoriales revisadas por pares durante 63 años (1960-2022).
El informe muestra que para septiembre de 2022, 5.7% de la investigación que revisaron pares alrededor del mundo giró en torno a la IA (frente a un 1,2 % en el año 2000 y 3,1% en 2017), reflejando esta tendencia de crecimiento desde el 2000. La pandemia dejó al margen el tema de las IA para concentrarse en la investigación de temas relacionados con el COVID-19; pero antes del 2020, cinco de cada siete investigaciones con gran influencia en Google Scholar trataban sobre la IA.
La eterna discusión: ¿la IA es buena o mala?
Muchos campos del conocimiento han debatido si la inteligencia artificial llegó para contribuir o desplazar a los seres humanos, pero la ciencia, uno de los más fuertes, reconoce en esta nueva tecnología beneficios que despejan el panorama apocalíptico que tanto se menciona.
«Si bien es cierto que para muchos puestos de trabajo los humanos serán (están siendo) sustituidos, la creatividad de la especie seguramente generará otras formas de interactuar y participar» afirma Jimena Llopis, directora del Máster Universitario en Inteligencia Artificial de la Universidad Internacional de Valencia – VIU.
La docente explica que muchos estudios han demostrado cómo la IA está facilitando la búsqueda del conocimiento en áreas inimaginables para el ser humano a unas velocidades asombrosas y precisiones, desde escanear el cielo en búsqueda de supernovas hasta encontrar nuevos medicamentos a partir de millones de combinaciones potenciales.
«Cuando se trata de analizar grandes volúmenes de datos, que se escapan de la capacidad del ser humano, la IA juega un papel fundamental», agrega Jimena Llopis.
Sumado a esta gran capacidad de procesamiento de información y el potenciamiento del conocimiento, la IA está contribuyendo a potenciar la transversalidad del conocimiento en campos o disciplinas que normalmente trabajan independientes, separados unos de otros.
«En esta nueva era los “silos” en la academia, las empresas y las organizaciones gubernamentales, y aún más estos mismos “meta-silos”, no podrán por separado afrontar ni potenciar solos los nuevos retos que estamos viviendo, y los que están por venir».
Las IA en la educación son necesarias
La academia tiene un rol fundamental en el desarrollo y aplicación de la inteligencia artificial. Así lo expresa Rebecca Willett, profesora de estadística e informática en la Universidad de Chicago y experta líder en Fundamentos y aplicaciones de la IA en la ciencia. «La investigación básica en universidades y laboratorios nacionales puede establecer los fundamentos de la inteligencia artificial y los enfoques de aprendizaje automático, explorar cómo aplicar estas tecnologías para resolver los desafíos sociales y utilizar la IA para impulsar el descubrimiento científico en todos los campos».
Su opinión está dada desde la función actual que cumple la tecnología como un solucionador a corto plazo, pero que podría pensarse a largo plazo como una solucionadora o mejoradora de nuestro mundo.
Una visión académica prometedora que también comparte Jimena Llopis desde la Universidad Internacional de Valencia, quien hace una invitación a ser conscientes de que, más que una época de cambios, es un cambio de época que se caracteriza por «un enfoque “Human Centric”, la revolución tecnológica, la economía colaborativa, la inteligencia colectiva y el traspasar fronteras a todo nivel».
«La velocidad del cambio tecnológico, entre otros, genera nuevos retos adaptativos y requiere un cambio interno de nuestro “mindset”», concluye la directora del Máster Universitario en Inteligencia Artificial de la Universidad Internacional de Valencia – VIU. «Es necesaria una actitud de abrazar el cambio continuo que requiere de experimentación y reorientación de forma continua, buscar y conjugar diferentes perspectivas y potenciar la Inteligencia Colectiva».