abril 25, 2025
Bogotá D.C
Hardware Innovación Transformación digital.

Todo como servicio: el camino hacia una TI inteligente

El nuevo enfoque XaaS permite a las organizaciones crecer sin cargar con activos, renovando su infraestructura con agilidad, control y propósito.

Las organizaciones están comenzando a repensar su relación con los activos físicos. Son tiempos de presión presupuestaria, aceleración tecnológica y urgencia por la sostenibilidad. De ahí que pasar de ser propietarios de la tecnología a acceder a ella como un servicio es un modelo que reduce la carga operativa, minimiza los costos ocultos y redefine el rol del área de TI.

Este enfoque, además de liberar capital de trabajo, alinea a las compañías con las exigencias actuales en términos de eficiencia energética, cumplimiento normativo y continuidad operativa. En lugar de concentrarse en adquirir, mantener y depreciar equipos, las organizaciones pueden concentrarse en generar valor real a través de la tecnología.

Así lo plantea Colsof desde su unidad de negocio XaaS, que promueve la evolución del modelo convencional hacia esquemas modulares y escalables de servicios tecnológicos gestionados. Andrés Felipe Velásquez Tobón, Gerente de Unidad de Negocio XaaS de la empresa, profundizó en este modelo en el marco de su más reciente edición de sus IT Talks.

Sostenibilidad: adaptarse o quedarse atrás

El punto de partida es claro: una organización que opera sobre tecnología obsoleta tendrá más dificultades para transformarse, automatizar y crecer. La sostenibilidad empresarial —entendida como la capacidad de evolucionar, reinventarse y reducir la huella de carbono— depende directamente de la capacidad tecnológica y la eficiencia en la gestión de recursos.

En ese sentido, el modelo como servicio (XaaS) se presenta no solo como una alternativa operativa, sino como una estrategia para acelerar la adopción del cambio. Al liberar a las empresas de la propiedad de los activos, se facilita la renovación tecnológica periódica, se reducen los residuos electrónicos y se habilita el acceso a infraestructura moderna sin depender de grandes inversiones iniciales.

Costo real vs. costo visible

Uno de los conceptos clave abordados en la ponencia es la llamada «teoría del iceberg»: el costo de adquisición de un activo visible es solo el 20% del total. El restante 80% está oculto en mantenimiento, repuestos, soporte, obsolescencia y pérdida de productividad.

Modelos como leasing o compra directa imponen a las áreas de tecnología la carga de administrar inventarios, responder por fallas, asumir riesgos de seguridad y justificar inversiones poco estratégicas. Esto convierte a muchas áreas de TI en equipos reactivos, enfocados en soporte y logística en lugar de innovación.

Con el modelo como servicio, las organizaciones pagan por disponibilidad, funcionalidad y gestión, en lugar de por posesión. Además, pueden definir políticas de renovación, reducir consumo energético y evitar impactos fiscales asociados a la depreciación y el incremento patrimonial.

Del CAPEX al OPEX: eficiencia financiera y operativa

Migrar de un modelo de capital (CAPEX) a uno de gasto operativo (OPEX) permite preservar el capital de trabajo y optimizar la estructura contable y tributaria de la organización. En lugar de tener activos que figuran en el balance, el pago mensual de un servicio se registra como gasto, impactando favorablemente la rentabilidad y reduciendo el pago de impuestos.

Este enfoque es especialmente valioso para empresas que necesitan flexibilidad: pueden escalar su parque tecnológico sin recurrir a préstamos, negociar mejores condiciones con proveedores y responder con agilidad a nuevas necesidades del negocio.

Además, los modelos como servicio incluyen mecanismos de continuidad: equipos de respaldo, gestión de garantías, mantenimiento integral y sustitución proactiva de activos. Esto garantiza que la operación no se detenga por una falla técnica ni dependa del ciclo de compra.

Productividad, foco y reducción de riesgos

El cambio de paradigma también permite redefinir el rol de las áreas de tecnología. Al liberar tiempo y recursos de las tareas de soporte, los equipos de TI pueden enfocarse en identificar tecnologías emergentes, apoyar la transformación digital y aportar directamente al core del negocio.

Este rediseño tiene impacto incluso en modelos de operación tradicionales como la cascada tecnológica, que suelen relegar equipos obsoletos a áreas administrativas y operativas. Con activos antiguos, los procesos críticos se ralentizan, la compatibilidad se reduce y la exposición a riesgos de ciberseguridad aumenta.

Además, la implementación de contratos como servicio puede integrarse con políticas energéticas sostenibles. El uso de procesadores más eficientes reduce el consumo eléctrico, generando ahorros acumulativos significativos que superan incluso el impacto de renegociaciones contractuales tradicionales.

Tecnología como servicio, decisiones con impacto

Adoptar modelos como servicio no es solo una decisión operativa; es una apuesta por la agilidad, la eficiencia financiera, la seguridad, la sostenibilidad y la modernización estructural de las organizaciones.

La tecnología debe trabajar para el negocio, no al revés. Delegar su gestión a especialistas permite a las compañías enfocarse en lo que realmente importa: innovar, crecer y competir con mejores condiciones en un entorno que ya no perdona la lentitud ni la obsolescencia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *