abril 25, 2025
Bogotá D.C
Inteligencia artificial

Inteligencia Artificial empresarial, del entusiasmo al impacto medible

Más allá de los pilotos, es importante que la inteligencia artificial deje de ser una promesa técnica para convertirse en una capacidad estratégica con retorno real para las organizaciones.

La inteligencia artificial está dejando de ser una tecnología disruptiva para convertirse en una exigencia estructural. Sin embargo, en muchas organizaciones, el entusiasmo por adoptar IA convive con una realidad menos glamorosa: la dificultad para generar resultados tangibles, escalables y sostenidos.

A pesar del avance acelerado en herramientas, plataformas y modelos generativos, la brecha entre lo que se espera de la IA y lo que realmente se logra en el negocio sigue siendo un reto constante. ¿Qué hace falta para que la IA genere impacto real y no se quede como una promesa inflada por la innovación?

Este fue el tema que abordó Augusto Miquel, Cofundador y Director Comercial de MAS Analytics, en su presentación en el Congreso América Digital 2025, celebrado en Santiago de Chile.

El problema no es la tecnología, es la ejecución

Muchas empresas han iniciado su camino hacia la inteligencia artificial lanzando pilotos, explorando casos de uso y adquiriendo soluciones con grandes expectativas. Sin embargo, el verdadero desafío comienza después del piloto: cuando hay que escalar, medir impacto y orquestar tecnología con procesos, personas y decisiones reales.

El error más común es abordar la IA como un proyecto técnico aislado, desconectado de los objetivos estratégicos. Sin una hoja de ruta clara, sin gobernanza de datos ni patrocinio ejecutivo fuerte, cualquier modelo de IA está destinado a quedarse en el limbo.

IA con propósito: el retorno empieza con foco

El primer paso hacia una IA con impacto está en identificar problemas reales y priorizar aquellos en los que la inteligencia artificial puede entregar eficiencia, precisión o automatización con resultados medibles.

Eso requiere:

  • Alinear los casos de uso con metas de negocio
  • Diagnosticar la madurez tecnológica y de datos
  • Contar con equipos mixtos que hablen lenguaje técnico y comercial
  • Y sobre todo, establecer indicadores claros de éxito desde el inicio

Implementar IA sin métricas específicas es como lanzar una campaña de marketing sin saber a quién se dirige ni qué se quiere lograr.

De capacidades técnicas a ventajas estratégicas

El valor de la IA no radica en su sofisticación matemática, sino en su capacidad para convertirse en una ventaja competitiva. Las organizaciones que logran ese salto comparten una serie de prácticas:

  • Construyen capacidades internas, pero reconocen cuándo deben colaborar con expertos
  • Saben iterar rápido, aprender de errores y escalar con evidencia
  • Y entienden que el éxito no está en adoptar IA, sino en convertirla en una capacidad transversal, operativa y sostenible

La inteligencia artificial no es solo un motor de automatización. Es una palanca de transformación que puede rediseñar operaciones, procesos comerciales y formas de relacionarse con el cliente. Pero solo si se implementa con rigor, no con improvisación.

Sin impacto, la IA es solo una carga

Cada vez más, el discurso de la innovación tecnológica debe dar paso a la exigencia de retorno concreto, sostenibilidad y propósito. Las empresas que logren articular IA con impacto estarán en mejores condiciones para competir, adaptarse y escalar. Las que no, seguirán atrapadas en el piloto eterno.La inteligencia artificial ya no necesita defensores. Necesita implementadores con foco estratégico.

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